Muchos dueños creen que un microchip funciona como un GPS, pero son herramientas completamente diferentes.
Compararlas ayuda a entender qué solución necesitás según el objetivo.
GPS: rastrea ubicación en tiempo real.
Chip: identifica al animal mediante un código único.
GPS: requiere batería o recarga.
Chip: no necesita energía para funcionar.
GPS: va en un collar o dispositivo externo.
Chip: se implanta bajo la piel; no se pierde ni se rompe.
GPS: seguir movimiento y ubicación.
Chip: confirmar identidad y facilitar la devolución de la mascota.
GPS: suele requerir suscripción mensual.
Chip: es un pago único, sin mantenimientos adicionales.
El microchip es la mejor herramienta de identificación permanente, mientras que el GPS es un complemento opcional.
Si tu prioridad es recuperar a tu mascota en caso de extravío, el chip es indispensable.
